El presidente ocioso

Si tienes menos de 30 años, vives en Canarias y quieres trabajar, márchate. Ese es el mensaje que Paulino Rivero está dando a los jóvenes que viven en el territorio del que él es presidente.

Resulta triste, decepcionante e irritante que el Presidente de tu comunidad autónoma te pida que te marches si quieres trabajar. Pero el Presidente canario va más allá, y nos pide que cambiemos nuestra cultura y nuestro comportamiento cotidiano porque la crisis actual exige el mismo nivel de compromiso y esfuerzo que el de nuestros abuelos.

Para empezar, la situación no es la misma. Que yo sepa, mis abuelos no se costearon unos estudios superiores  porque no tuvieron oportunidad de hacerlo. Ni tuvieron tampoco la oportunidad de hablar varios idiomas, como muchos jóvenes canarios. Este gobierno que presume de su inversión en educación y universidades, luego les dice a esos licenciados que se marchen a trabajar fuera.

Podría dedicarle la famosa frase de Lola Flores: “Si me queréis irse”. O la que José María Aznar le espetó a Felipe González: “Váyase señor Rivero”. Ese fue mi primer impulso, pero no. He decidido mostrarle más respeto del que él nos ha mostrado a los canarios.

No le voy a pedir que se vaya porque en el Archipiélago tenemos una de las tasas de paro más altas del país. Tampoco le voy a pedir que se marche porque los resultados en materia educativa estén muy por debajo de cualquier media. Ni porque no se apliquen leyes sociales como la Ley de Dependencia. Ni porque estén promocionando la privatización de la sanidad y la educación a base de machacar a los maestros y a los profesionales sanitarios. O porque estemos a la cola de España en el producto interior bruto por habitante.

Ni tampoco le voy a pedir que se marche porque se destinen cantidades irrisorias de dinero a una policía autonómica totalmente innecesaria o a una televisión que realiza programas de dudosa calidad bajo el paraguas del gobierno.

No. No le voy a pedir que se marche por eso.

Le voy a pedir otra cosa muy simple. Que se ponga a trabajar.

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