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Palabras oxidadas: Basura
De un tiempo para acá siento molestias. Estoy incómoda y hasta hace unos días no sabía muy bien por qué. He descubierto que tengo en mi interior una enorme bola de palabras (oxidadas ya) por falta de escritura. Desde que conozco el origen de mi aflicción no hago mas que pensar en quitarle las telarañas al blog e ir desenmarañando esa gran bola de palabras oxidadas que se acumulan en la punta de mis dedos provocando un tapón y causando esas dichosas molestias.
El problema surge cuando me siento delante del ordenador y pienso en algún tema sobre el que ir depositando esas palabras oxidadas para dar paso a unas nuevas. No es fácil escribir sobre un mundo tan lleno de basura y de tiranía. Me resulta complejo encontrar un tema amable o sobre el que sea agradable escribir. La basura lo inunda todo.
Vivimos rodeados de basura. No solo de sobras y despojos que tiramos al cubo de basura de casa y posteriormente al contenedor. Existen múltiples tipos de basura.
La cascada de comentarios ofensivos en las redes sociales de seguidores de un programa de televisión indignados porque la cadena había decidido suspender o posponer dicho espacio televisivo para ofrecer a los telespectadores la última hora del accidente de Germanwings. Eso es basura.
Que desahucien a una familia con varias personas que sufren problemas de salud por una deuda de 114 euros. Eso es basura.
El parche sanitario electoralista ofrecido por el Gobierno de España a los inmigrantes sin papeles. Eso es basura.
Que los ladrones de guante blanco y tarjetas negras salgan impunes tras cometer delitos. Eso también es basura.
El recorte crónico de derechos de todo tipo que lleva a cabo el Gobierno y que nos recuerda que todo tiempo pasado no fue mejor. Eso es basura.
Que los trabajadores técnicos de una de las compañías telefónicas más grandes del país se vean obligados a realizar una huelga indefinida para denunciar su lamentable situación laboral. Eso también es basura.
Ejemplos como estos hay muchos, y todos son basura. Y por más que se hable de ello en tertulias llenas de todólogos que se gritan entre ellos entre pausas publicitarias, o que todo el mundo ya tenga una opinión formada y publicada en la red media hora después de que ocurran tragedias sin conocer el contexto en el que suceden, eso no hará desaparecer esa basura.
Habrá que buscar un lugar donde tirar esa tonelada de basura y en cómo reciclarla para convertirla en algo bueno.
Dicho esto, aunque me siento mejor porque la maraña de palabras ha disminuido de tamaño, noto que todavía me quedan palabras oxidadas por escribir.